En esta edición de #Neptuneadas les voy a contar todos los dimes y diretes que tuve que atravesar para al menos postergar el avance de la humedad en las paredes de mi casa.
El tema empezó así:
La pared de mi habitación se empezó a desprender de la nada, las manchas de humedad tomaron toda la superficie y la pintura se empezó a saltar, la verdad que era un asco.
Como esta casa no es mía, sino que soy inquilina, hay algunos temas estructurales que yo manejaría de otra manera, pero las propietarias decidieron no hacer el arreglo correspondiente para solucionar la fuente de humedad (filtración por medianera).
¿Decoración rústica? No, humedad...
Lo primero que logré, fue descontar del alquiler una lata de Recublock Antihumedad
Rasqueteé todo lo que estaba salido, limpié bien con agua y jabón y apliqué tres manos de pintura... Duró un mes.
No vamos a culpar al pobre Recublock de esto porque sé que es un producto bárbaro, si la fuente de humedad hubiera estado controlada, seguramente hubiese durado más.
Dado este fracaso tuve que apelar a la artillería pesada, llené de fotos a la inmobiliaria sobre lo asquerosa que estaba la pared, he aquí las pruebas:
Después de una larga negociación y mucha espera, logré que autoricen la aplicación de placas antihumedad.
Esta solución está hecha a partir de una mezcla de materiales entre los que se destacan la fibra de vidrio, el yeso y el cemento. Este material resultante tiene propiedades higroscópicas, lo que quiere decir que tiene una textura porosa que absorbe y retiene el agua, evitando que salga a la superficie.
En términos de diseño quizás no es lo más lindo que vi en la vida, pero la aplicación fue súper rápida y sencilla. Se rasqueteó toda la pintura que se estaba volviendo a saltar, se pegan las placas directamente a la pared y se rellenan las juntas con pastina. Fin.
En menos de 4hs tenía las dos habitaciones listas, eso sí, una mugre...
El proveedor da una garantía de 10 años, en teoría la humedad no debería volver a aparecer, las placas funcionan como un freno.
En un mes podremos saber si duró más que la pintura, yo apuesto (y espero) que si.
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